El perro Xoloitzcuintle en la cultura prehispánica

A lo largo de la historia del hombre, se tienen registros que el perro siempre se ha mostrado como su fiel compañero y amigo, caminando a su lado durante las largas y agotadoras travesías, siempre ofreciendo valentía, apoyo, consuelo y sobre todo amor incondicional.

Es toda una realidad que el perro siempre será el mejor amigo del hombre, y hoy en día tenemos la oportunidad de conocer sobre distintas razas alrededor del mundo y en México el perro Xoloitzcuintle es símbolo de respeto y tradición

Esta raza de perro ya se encontraba desde las épocas prehispánicas y desde esos momentos ya era muy respetada y venerada. Y es que según las creencias ellos tenían una labor muy importante.

Estos grandiosos animalitos eran los guardianes de los espíritus, ellos se ofrecían a guiar a las almas de los fallecidos hacia el largo y complejo camino hacia el Mictlan que, como bien conocemos, era considerada la ciudad de los muertos para nuestros antepasados prehispánicos.

Para llegar hasta este lugar se tenía que pasar por diversos caminos complejos que ponían a prueba la pureza de las almas, y uno de ellos era un profundo y caudaloso río. La única manera de poder cruzar hacia el otro lado y poder proseguir con el camino era cruzándose a través del lomo de un perro Xoloitzcuintle.

Pero para poder recibir la ayuda primero tenía que ser juzgado por sus acciones que tuvo con los perritos cuando estaba en vida. Si fue una persona que los maltrato durante su estancia en la tierra, no tenía derecho a recibir la ayuda del Xoloitzcuintle, sin embargo, si era una persona que ofreció alimento y cobijo a los perritos que lo necesitaban durante su tiempo de vida, el Xoloitzcuintle frondoso y complacido lo cargaba a través de su lomo y recorría sin dificultad el inmenso río donde se decía que nadaban las almas perdidas para arrastrar al sufrimiento.

Esta valiosa raza no solamente era importante en el mundo de los muertos, también en el de los vivos, ya que nuestros antepasados lo relacionaban directamente con la representación del dios Xólotl quien era conocido como el dios de la muerte, y era bien sabido que si querían tener una muerte sin sufrimiento y con gozo tenían que cuidar y tratar bien al Xoloitzcuintle.

Como lo hemos podido apreciar en películas o el libro de leyendas, se cuenta que el perro Xoloitzcuintle tenía la capacidad de convivir en ambos mundos, y podía comunicarse directamente con los dioses prehispánicos, así que, si pasaban horas y estos se encontraban ausentes en el plano terrenal, era muy probable que estuvieran guiando nuevas almas en la tierra de los muertos.

Al igual que en otras razas de perros, los Xoloitzcuintles poseen variaciones en las tonalidades de su pelo, y de acuerdo a las leyendas prehispánicas, estos tonos también tienen un significado.

Si el Xoloitzcuincle tenía su pelo negro, ya no tenía la capacidad de atravesar más almas por el rio, debido a que ya lo había hecho en múltiples ocasiones y esto había provocado que adquiriera la tonalidad oscura de la profundidad de las aguas.

De igual forma si se observaba que la tonalidad de su pelaje era blanca o muy clara, se podía determinar que aún era muy joven y todavía no había adquirido el permiso otorgado por el dios Xólotl para poder cruzar almas.

Sin embargo, la tonalidad ideal para cumplir con tan importante tarea era de un gris jaspeado, por lo que los Xoloitzcuintles con esta tonalidad de pelo constantemente eran consentidos y bien alimentados por nuestros antepasados.

Es increíble conocer la importancia que le atribuían los pobladores prehispánicos a estos animalitos, ya que hasta nuestros días el perro Xoloitzcuintle es símbolo de orgullo nacional. Por lo que es muy importante implementar nuestros esfuerzos para su protección y conservación.

Es importante recordar que sin importar la raza a la que pertenezca un perrito, debemos de cuidarla y respetarla. Ya que ellos nos entregan su cariño incondicionalmente y siguen guiando nuestras almas hacia el camino del amor y la felicidad.